La importancia de llamarse...


¿Que cómo me quiero llamar?



¿Conocéis al alguien que le hayan preguntado al nacer si tenía alguna preferencia por el nombre a recibir? ¿Conocéis a alguien que lo haya hecho y que le hayan respondido? Y lo peor del caso es que es algo con mucha trascendencia: pocas cosas en tu vida te van a durar tanto como tu propio nombre. Y todo esto al margen de atajos diversos como cambios de nombre en la confirmación, apodos o avatares.

Esta libertad que se nos niega al nacer, por mucho que las razones para hacerlo sean obvias, hace que cuando tenemos la oportunidad de ponerle nombre a algo o a alguien, ya sea a tu amigo imaginario, tu primera mascota, o tu grupo musical, sea todo un acontecimiento tan trascendente como el propio proceso creativo.

Pero... ¿cuál ha sido la fuente de inspiración de los artistas para ponerle nombre a sus bandas? Es algo tan importante, que a veces se tiene la sensación que el propio éxito estará ligado indisolublemente a la fuerza y originalidad del nombre (yo mismo he experimentado esa sensación).

Veamos algunos ejemplos que siempre me han llamado la atención.


Daft Punk.

De este dúo parisino, poco hay que decir que no se haya dicho ya: que si son elegantes, que si mira que son enigmáticos con esos cascos hiperfuturistas... Si bien todo esto es cierto, la realidad es que atesoran no pocas anécdotas. Por ejemplo su capacidad para encajar bien las críticas. Empezaron su carrera allá por el años 1993, con el poco original nombre de Darlin', en honor a una canción de los Beach Boys. A un periodista de la revista Melody Maker, no le debió gustar mucho su música y se quedó más agusto que un arbusto, diciendo que la música que facturaban, era un montón de basura de punk ridículo ("a daft punky thrash"). "¿Quieres Daft Punk? Toma Daft Punk", debieron pensar los integrantes del dúo francés. Y hasta el día de hoy...






Moloko.

La irlandesa Róisín Murphy y el inglés Mark Brydon formaron el duo Moloko desde mediados de los años noventa y durante más de una década estuvieron coqueteando con los sonidos y melodías más descaradamente desenfadadas que se hayan oído durante muchos años, firmando temas tan interesantes como Sing it back o Fun for me.

El nombre del grupo deriva del libro de 1962 "La naranja mecánica", que con tanto éxito y maestría llevó al cine Stanley Kubrick en el año 1971. En ella, los protagonistas se animaban en sus noches violentas con un cóctel llamado moloko-plus, a base de leche y sustancias psicotrópicas.






Art of Noise.


De mi fascinación por los futuristas ya he hablado en una entrada previa del blog. La misma fascinación debían sentir Trevor Horn, Anne Dudley y J.J. Jeczalik cuando decidieron ponerle el título del manifiesto futurista en cuanto a música se refiere ("L'arte dei rumori", en inglés "The art of noise") a su banda.

Además, supone toda una declaración de intenciones creativa para el grupo: no sólo se inspiraron para de esta corriente artística para tener un nombre, sino que también sus principios creativos están claramente influenciados: superación de la belleza clásica asumiendo los sonidos de origen muy diverso, como un instrumento más.



Depeche Mode.

Nadie puede dudar de la influencia en la música popular de esta banda británica (en concreto de Essex) compuesta originalmente por Dave Gahan, Martin Gore, Andrew Fletcher y Vince Clarke. Vinieron a la vida inicialmente con el nombre de Composition of Sound, opción que nunca les convenció porque les parecía demasiado pomposo. Así que en la búsqueda de un nuevo nombre, un número de la revista francesa Depeche Mode lo que les proporcionó un nuevo y definitivo nombre. Lo más curioso es que al principio, ni siquiera conocían el significado de la expresión, que por otra parte, en no pocas ocasiones he oído que se traducía como "moda pasajera", siendo una traducción más correcta "Mensaje de moda".

Depeche Mode band name origins - Depeche Mode magazine


Yazoo.


Nos encontramos con un grupo que no sólo tuvo que buscar un nombre, sino que tuvo que buscar dos. Y esto nada más, que en el corto espacio de dos años, periodo en el que publicaron sus dos álbumes de estudio (posteriores reuniones oportunistas con afán recaudatorio, no merecen ni mencionarse).

Yazoo constituye un lapso intermedio en la carrera de Vince Clarke entre Depeche y Erasure. Tras desavenencias nada claras con el resto de componentes de Depeche (hay quien dice que la almibarada Only you constituyó el detonante de la ruptura), Vince decidió buscarse una vocalista a su medida y componer sus temas sin tener que rendir cuentas a otros miembros del grupo. Y la elegida fue Alison Moyet, un portento de voz que complementaba a la perfección los sonidos tecnopop del inglés.


Según se dice, fue precisamente Alison Moyet quien sugirió el nombre, a partir del nombre del sello americano de jazz con el mismo nombre. Esta decisión, hizo que cuando Yazoo quiso publicar en EEUU a través del sello Sire Records, tuvo que cambiar el nombre de la banda a Yaz.



Yazoo band name origins - Yazoo jazz label



Erasure.

La verdad es que nunca he leído que Vince Clarke o Andy Bell se hayan pronunciado por el origen del nombre de su grupo, pero al parecer, el dúo se inspiró en la película de culto de un director de culto "Eraser head" (1977) de David Lynch. No sé cuál es la veracidad de esta historia, pero la realidad es que Andy Bell, vocalista del grupo, tiene un gran parecido con el protagonista del film, Jack Nance y hasta me atrevería a decir que ese parecido ha sido buscado en ocasiones por el propio Andy, por lo menos en cuanto al peinado se refiere. No estaría mal que el dúo inglés se pronunciara en alguna ocasión sobre el origen de su nombre.




En definitiva, lee libros, ve películas, escucha música, aprende idiomas, busca inspiración, pero no únicamente para ponerle nombre a algo o a alguien, también para describir, para narrar, para vivir.


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