Baltimora: la difícil vida en la selva




Hay algo en el mundo de la música que a veces es incluso más importante que la propia música: la apariencia. Una cara bonita, una coreografía provocativa, quizás algún que otro escándalo. Elementos todos ellos que pueden orbitar alrededor de lo que es el propio sonido en sí y que denotan en mayor o menor medida el grado de perversión a la que se ve sometida este noble arte del sonido. Pero más allá de juzgar la oportunidad de estas prácticas, que siempre es difícil dar una opinión general para todos los casos, vamos a echar una mirada al pasado, vamos a hablar del grupo italiano Baltimora.
Eran los primeros 80, en concreto en esos tiempos en que el italo-disco sonaba y triunfaba prácticamente por todo el mundo. Maurizio Bassi, de mirada picarona en la imagen, estaba planificando su banda de música en la bella Milán, pero debió pensar que no era lo suficientemente guapo. O quizás pensó que si ponía a alguien con más gancho vendería más discos. Sea como fuere, el caso es que acompañado de su pareja y letrista Naimy Hackett, comenzaron la búsqueda de componentes para su banda. Cuando tuvieron el grupo completo e incluso las canciones compuestas, se dieron cuenta que les faltaba una fachada que luciera las canciones que estaban componiendo entre ambos. Este fue el momento en el que apareció Jimmy McShane. Con lo que la cara visible de la banda, pasa de ser de la anterior a esta:
Jimmy es un norirlandés, nacido en Londonderry y afincado en Milán y con una trágica historia a cuestas. Comenzó a bailar a los 7 años y no debió tener una infancia sencilla en Irlanda del Norte, con un conflicto armado en pleno auge y con el fantasma de la homofobia a su alrededor. Durante esta época trabajo como técnico de emergencias en la Cruz Roja. Su particular búsqueda de su pasión le llevó hasta Londres, el West End era un objetivo muy apetecible. No lo logró, pero sin embargo, consiguió un puesto como bailarín de la artista de música disco Dee D. Jackson. Fue precisamente en ese gira, en concreto a su paso por Italia, que Maurizio Bassi le contactó cerrando el grupo con esta incorporación. Sin duda algo debieron hacer muy bien. "Tarzan boy" fue un éxito en Estados Unidos, permaneciendo varios meses en el Billboard y alcanzando el número 13, animado además por la aparición de Jimmy en varios programas de moda. En Europa consiguió también un éxito aun mayor, liderando durante 5 semanas las listas francesas, donde vendió más de medio millón de discos y llegando al número 1 en paises como Canadá o Paises Bajos. La canción estaba contenida en un LP titulado "Living in the background" donde había un esfuerzo importante por crear un disco sólido con temas bailables, pero también con espacio para el pop y hasta para alguna balada. Como curiosidad, en los coros podemos encontrar a Silver Pozzoli, un referente en el sonido italo-disco.

Baltimora llegó a sacar un segundo disco que fracasó estrepitosamente, lo que animó a Maurizio a dar cerrojazo al grupo. Jimmy McShane abandonó el mundo de la música, sobre todo teniendo en cuenta que no era sino la cara de un grupo al cual sólo aportaba su imagen. Lamentablemente en 1995 y con tan sólo 37 años Jimmy falleció víctima del SIDA. 

El video musical oficial en Youtube, lamentablemente tiene una calidad bastante pobre, así que te dejo por aquí la actuación de Baltimora en un episodio del icónico ograma americano Top of the Pops de 1985. 





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