El camino de la vida tiene más probabilidades de éxito si se mantiene una mirada analítica del pasado, ya sea para evitar repetir los errores cometidos con anterioridad o para dejarte llevar sin complejos por los aciertos.
Duke Dumont es uno de esos artistas que cuando escuchas su sonido, no te deja indiferente y consigue engancharte, como un pez que muerde inocentemente un anzuelo. Es uno de los nombres más interesantes de la escena electrónica actual y no hay duda que las trazas de sus influencias resultan reconocibles y constituyen una revitalización del género que aporta frescura y dinamismo. House, disco, acid house, funky. El músico inglés, nacido en 1981, tiene para todos los gustos. Además, sus videos musicales aportan un extra de interés a los temas, que resultan originales y divertidos. Lamentablemente, su interesante rastro de canciones, sólo ha encontrado a día de hoy, un único punto de parada en un LP en el maravilloso "Duality", publicado en el año 2020 (y por supuesto incorporado a mi colección de vinilos). Pero un buen número de canciones se han quedado en el camino y la gran mayoría con tan solo una edición digital.
1. The Giver (2015). Uno de los videoclips más originales que jamás se hayan hecho. No puedo parar de verlo.
2. Need you 100% (2013). Una brisa de house ochentero con la voz de la sierraleonea A*M*E.
3. Ocean Drive (2015). La nostalgia de uno y muchos veranos acabados, materializada y condensada por arte de magia en una canción.
4. Real life (2017). La asociación con los londinenses Gorgon City, eleva esta canción, guiada por su serpenteante bajo, a la categoría de clásico del house.
5. The power (2019). Ventanilla bajada, viento en la cara, volumen al máximo y a sentir el poder.
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